La luz debe hacer un recorrido muy preciso una vez que ha sido reflejada por el espejo primario y el secundario. Por ello existe un espejo terciario que “irrumpe” en el camino de la luz y la puede enviar a los distintos focos, donde se pueden colocar diversos instrumentos.
Concretamente, el espejo terciario tiene la misión de enviar el haz de luz a los focos Cassegrain acodados y Nasmyth.
El diseño del terciario planteó en su momento, dos problemas: primero, ¿cómo hacer que llegue la luz desde el espejo secundario directamente al foco Cassegrain si en medio se encuentra el espejo terciario? Y en segundo lugar, ¿cómo hacer que el espejo terciario dirija la luz hacia los 4 focos Cassegrain acodados y las 2 plataformas Nasmyth cuando y según convenga?
El diseño adoptado es el de un espejo con “ascensor” capaz de girar en torno a su eje para dirigir la luz a los diferentes focos. Se trata de un espejo con basculación automática que se desliza por unas guías y que se “aparca”.